Resulta frustrante que la noticia más interesante de la reunión de las Naciones Unidas fuese la incontinencia urinaria del presidente americano (mejor no nombrarlo). Resulta decepcionante para el género humano o similares que los países más poderosos del mundo decidan que con una pequeña limosna hayan adormecido su conciencia para una temporadita.
Al mismo tiempo, nos enteramos que Beckham, para que nadie le incomode en la iglesia elegida, compra a quien haga falta con el dinero que haga falta.
Las mayores fortunas en el mundo de la música son los que más lloran por esos desaprensivos sin sentimientos del top manta.
Que una gente viva de lo que se supone que es lo que más les gusta está bien. Que vivan holgadamente y sin problemas económicos como reconocimiento a su labor de comunicadores a la sociedad, está bien. Pero que sean asquerosamente ricos y que sólo piensen en aumentar su riqueza a costa de cualquier cosa ya me parece salirse del tiesto, y encima llorar como si tuvieras el derecho de darles todo lo que te piden ya me parece de niños malcriados y de avaros sin escrúpulos.
Pero no hay que preocuparse. Ya lo dice el refrán: "Cada cerdo tiene su Sanmartín".
Algo habrá que hacer para evitar que esto siga así. Estoy abierto a sugerencias y me apunto a cualquiera que no tenga pólvora por medio.
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