Hoy hace un bonito día lluvioso. Hay quien dice que la lluvia le deprime. A mí no me afecta. Es más, después de este verano de sequías, y aunque en el norte tampoco es tan grave, se agradece un poco de agua.
Eso sí, probablemente desmerezca las fiestas de San Mateo en Oviedo. Me da pena por el concejal de festejos. Pobre. Después de haberse gastado 2 millones de euros en agradar a los ovetenses, que se lo estropeeen unas gotas de lluvia...
Y es que es un gran esfuerzo. En un ayuntamiento en "Economía de Guerra" como dice su ilustrísimo, hubo hasta que modificar una partida de dinero, dicen que destinada a la promoción del empleo, para poder hacer unas fiestas dignas. Unas fiestas a la carta, dice el concejal, aquí en Oviedo, miserias proletarias de plato del día no nos sirven.
Y hablando de empleo, hasta hace unos días (hoy ya no lo vi en la página del ayuntamiento) las ofertas de empleo que había en el ayuntamiento eran una de bombero de 2003 y unas de policía municipal de esta primavera. Así que más vale gastarlo en festejos, con actuaciones, por ejemplo, de Raphael y aumentando la cultura del pueblo con jornadas de teatro, con Arturo Fernández, Juanito Navarro y Quique Camoiras, comprometidos y vanguardistas actores.
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