En muchos momentos puedes pensar que la vida es injusta solo contigo, y los intentos que llevas a cabo para cambiar dichas situaciones parecen no acabar de dar un resultado positivo.
Hoy me encantará compartir contigo un momento de reflexión, invitarte a respirar, mirar hacia tu interior y descubrir las 3 verdades budistas para sentirte mejor. Su integración interior en tu persona pueden permitirte cambiar esta situación o cualquier cosa que desees.
“Nadie nos salva, sino nosotros mismos. Nadie puede y nadie debe. Nosotros mismos debemos transitar el camino.”
Buda
Dukkha: Descontento, desilusión, sufrimiento
Debido al dogma budista “La vida es sufrimiento“, muchos hemos sido los que hemos concebido esta doctrina de carácter negativo o pesimista.
Pero explicada en el contexto adecuado viene a significar según el budismo que “La vida no siempre es suave y agradable, y qué más da”.
Los budistas confirman y sienten que el origen de que muchos de nosotros sigamos experimentando situaciones difíciles y mucho sufrimiento es debido a que intentamos no adentrarnos en el nivel espiritual de las cosas y/o dar cara a la parte emocional de nuestra vida.
En el mundo occidental, la vida solemos compartirla con la sensación continua de pérdida, tristeza, cansancio, aburrimiento y ansiedad.
Para superar cada uno de estos estados, nos enseñan a consumir medicamentos y llevar hábitos poco saludables en vez de poner solución desde el interior de dicho problema.
Preferimos camuflar el dolor agravando más su crecimiento y por tanto, logrando a la larga mayor insatisfacción.
¿Cómo usar entonces esta filosofía en tu día a día?:
Evita pensar que siempre requieres de algo más para vivir una vida plena. Las enfermedades, el sufrimiento y la muerte forman parte natural de la vida. Hay que aprender a aceptarlas y mantenernos en el presente, el aquí y ahora.
No pretendas alcanzar a tener una vida perfecta. Las dificultades y su superación, recuerda, nos provienen de inmensos aprendizajes.
Cuanto aceptes la imperfección de la vida vivirás menos desilusiones. De esta forma, te permitirás dejar libre tu intuición innata y dejar atrás el estrés diario o las malas experiencias.
“El dolor es inevitable pero el sufrimiento es opcional.”
Buda
Anitya: La vida está en constante movimiento
Antiya o transitoriedad significa que la vida está en constante movimiento. El budismo dice por tanto que nunca podemos regresar a un día ya pasado. Tampoco disponemos del futuro, siendo este tan solo una ilusión.
Cada mañana cuando te despiertes podrás comprobar que has cambiado un poco con respecto al día anterior. Biológicamente crecemos y seguimos cambiando cada día, igual que nuestros pensamientos y consciencia.
Si integras en tu vida el pensamiento de que todo cambia, el malestar diario que puedas estar viviendo comenzará a descender
Si somos conscientes que en el mundo no hay nada para siempre, también podremos descubrir que todo lo malo se acabará.
Pero, ¿qué ocurre cuando te sientes feliz? No deseas que ese día finalice. Nos da miedo pensar que acabará…
Te invito a percibir todo esto de la siguiente forma: si la felicidad acaba pronto, entonces vale la pena focalizarse en ella al máximo.
También, si eres capaz de comprender la transitoriedad de la vida y su lado positivo eso puede permitirte liberarte.
Todo lo que tienes es el ahora
Mirada profunda de ojos azules
¿Cómo integrar este pensamiento en tu vida?
Disfruta y celebra los cambios. Que no te dé miedo que a lo que estás acostumbrado desaparezca algún día.
Dicen que todo lo negativo en nuestras vidas se irá y todo lo inmenso y bueno quedará en tu corazón si sabes sentirlo y disfrutarlo.
Tu persona y esencia es el mejor regalo que te puedes conceder. Disfrútala y aprende a ser tú mismo cada día de tu vida.
Anatma: Tú cambias cada día
En nuestra cultura occidental aprendemos a sentir que constantemente existe un “verdadero yo“. Pero desconocemos dónde y conjeturamos al respecto incesantemente.
La doctrina del budismo se basa en que no existe un”yo” constante. Si ahora entiendes que todo cambia, el siguiente paso es aceptar que tú también lo haces cada día.
No eres la misma persona a menos que tu intención sea serlo. Y nuestra vida mucho menos cambiará a mejor si nos esforzamos excesivamente en ello.
¿Cómo usar este conocimiento?
Centra tu energía en reinventarte cada día en vez de focalizarte en encontrar únicamente tu “verdadero yo”.
No existe ningún”yo“constante, pero sí existe un “yo” aquí y ahora, un”yo” que puede cambiar cuando menos te lo esperes. Nuestros estados emocionales por ello cambian.
Disfruta tu vida siendo consciente de que mañana todo será diferente y cambiará. En cada momento eres alguien diferente con el poder de conseguir aquello que desea, la plenitud y paz interior.
“Tu mundo es una expresión viviente de cómo estás usando y has usado tu mente.”
Earl Nightingale
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