La gente que encuentras regularmente, amigos, parientes, compañeros de trabajo que te molestan, gente que es particularmente incómoda de tratar, permíteles ser tus maestros. Cuando te vuelvan loco, úsalo como una prueba de tu compostura y fuerza. Da un paso atrás y observa; no reacciones. Poco a poco verás como, quizás, has dejado que otros ejercieran el poder sobre ti en el pasado porque sabían que podían pulsar en ti la tecla de reaccionar negativamente. Cuando no reaccionas eres libre; tendrás una percepción más clara de cómo manejarte mejor en situaciones personales difíciles. Tal vez lo que necesites es hacer horas de aeropuerto. Como digo en uno de mis libros, los aeropuertos son uno de los inventos más grandes del mundo moderno. Soy un gran creyente en los aeropuertos: no hay casi nada que no se pueda sanar con un poco de “aeropuerto”.
Vuélvete un observador silencioso de la vida y un compasivo observador de ti mismo. No eres tus emociones o tu cuerpo, o tu personalidad y su ego. Eso es sólo una parte de lo que eres. De hecho eres una energía divina que está evolucionando, operando a través de las complejidades del cuerpo, mente y emociones, para comprenderse a sí mismo como un ángel espiritual, un espíritu eterno que está creciendo y aprendiendo, calmadamente, en la infinitud y corrientemente llamado “ser humano”.
Stuart Wilde - 33 Pasos para reclamar tu poder interior
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