Porque puede ser el último. Y aunque no lo sea, nunca volverás a disponer de él. Entonces, ¿porqué desperdiciarlo con malos pensamientos? Disfrutemos mientras vivimos. Vivamos mientras disfrutamos
sábado, octubre 30, 2010
Luz y Movimiento
Enviado por mmortera a través de Google Reader:
Estamos rodeados de Luz, es más, somos parte de la Luz, estamos hechos de Luz.
También estamos inmersos en el Movimiento continuo, permanente, de la Vida. Nos rodea, nos compenetra, nos permite vivir en la Vida, estar vivos.
Somos Luz y Movimiento.
Tan sólo tenemos que ser conscientes de ello, porque los problemas que vivimos son consecuencia de la inconsciencia, de vivir en la oscuridad, y de generar movimientos que no sintonizan con el Movimiento original de la Vida.
Por ser Luz somos creadores, pero como también poseemos una relativa libertad, podemos crear sin partir de la Luz. Entonces nuestras creaciones se vuelven contra nosotros y contra nuestro entorno.
Si nos faltara la Luz no podríamos vivir. Si se detuviera el Movimiento todo quedaría suspendido en la nada.
Pero también podemos existir en la Luz y estar muertos en la vida, en la expresión, porque no generamos Luz, porque no transmitimos Luz.
No hay mayor engaño que creer que se está vivo cuando en realidad no nos comportamos como hijos de la Vida, como exponentes de la Vida, como vidas que emiten Luz, porque la realidad es que se está prisionero de un movimiento circular basado en la inercia y provocado por una actitud egoísta.
Estamos rodeados de ejemplos que nos sirven de referencia.
Una bombilla está "viva" cuando emite luz, cuando es consecuente con la razón de su existencia. Por su interior circula el movimiento de la electricidad y, como consecuencia, emite luz. Si deja de emitir luz es porque en su interior se rompió la unidad.
¿A quién le interesa una bombilla que no emite luz? ¿Para que sirve?
Estamos hechos de Luz, pero podemos anularla con nuestro comportamiento egoísta.
Entonces la Vida, en nosotros, se transforma en muerte.
Debemos observar a nuestro alrededor, en la Naturaleza, el movimiento de la Vida.
Porque somos parte de esa Naturaleza, de esa Vida, y estamos sujetos a las mismas Leyes.
Somos un Todo en permanente Movimiento en la Luz.
No existe la parte separada, excepto en la mente egoísta e individualista del hombre. Δ
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viernes, octubre 15, 2010
Todo Pasa...
Hubo una vez un rey que llamó a los sabios de la corte para darles un encargo:
- Me estoy fabricando un precioso anillo de oro con un gran diamante.
Abajo del diamante, quiero guardar algún mensaje que me ayudará a mí y a todo hombre en los momentos difíciles de la vida.
Obviamente, tiene que ser un mensaje pequeño para que quepa en el anillo. Todos esos sabios eran grandes eruditos.
Podrían haber escrito grandes tratados sobre cualquier tema. Así que pusieron sus mentes a trabajar.
Durante un año, pensaban y debatían. Buscaban en todos sus libros. Consultaron a otros sabios en países lejanos.
Pero no podían encontrar nada. Y tuvieron que reportar su falla al rey.
Cuando reportaban esto, estaba presente un anciano sirviente de la familia real, conocido por su devoción al misticismo.
Éste intervino diciendo: - Oh, Majestad, No tengo estudios, no soy un erudito, ni un académico. Pero creo tener lo que le servirá.
Y el anciano místico escribió algo en un diminuto papel, lo dobló y se lo dio al rey, diciendo: - Pero no lo leas ahora. Mantenlo escondido en el anillo. Ábrelo sólo cuando todo lo demás haya fracasado, cuando no encuentres salida a la situación.
Ese momento no tardó en llegar. El país fue invadido y el rey perdió el reino. Estaba huyendo en su caballo para salvar la vida y sus enemigos lo perseguían.
Eran pocos sus seguidores y los perseguidores eran numerosos.
Se sentía desesperado y al punto de rendirse. De repente, se acordó del anillo. Sacó el papel y allí encontró su pequeño mensaje, lo que decía simplemente: "Esto también pasará"
Aquellas palabras le resultaron milagrosas. Le inspiraron nueva fe y coraje. Redobló sus esfuerzos y escapó.
Al fin de un año, logró reunir a sus ejércitos y reconquistó el reino. Y el día que entraba de nuevo victorioso en la capital, hubo una gran celebración en el palacio con música, bailes, comida, etc. El Rey presidía las festividades desde su trono, sintiéndose muy orgulloso de sí mismo.
El anciano místico se acercó y le dijo: - Este momento también es adecuado: vuelve a mirar el mensaje.
- ¿Qué quieres decir? -preguntó el rey-. Ahora estoy victorioso; la gente celebra mi regreso; no estoy desesperado; no me encuentro en una situación sin salida.
El anciano respondió: - Ese mensaje no es sólo para situaciones desesperadas; también es para situaciones placenteras. No es sólo para cuando estás derrotado; también es para cuando te sientes victorioso.
El rey abrió el anillo y leyó el mensaje: "Esto también pasará" El anciano le dijo:
- TODO PASA. Ninguna cosa y ninguna emoción son permanentes. Todo viene y va como el día y la noche. Habrá momentos de alegría y momentos de tristeza. Acéptalos como parte de la dualidad de la vida; es la naturaleza misma de la existencia...
Todo pasa... Todo cambia... Eso es Evolución...
sábado, octubre 02, 2010
El árbol del deseo
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