En la ventana,
viendo llover.
Personas que caminan con paraguas abiertos,
tristeza mezclada con gotas que caen.
Inspirando,
agua que limpia las calles;
unos van, otros vienen.
Espirando,
el trajín de un mundo
que camina insensato hacia el precipio,
¡ay!
A falta de compañero,
camino solo,
como elefante salvaje...
salvaje y triste en el bosque.
Inspirando,
recuerdo al buda y a los patriarcas.
Espirando,
sonrío a mi tristeza.
He aquí vuesto pobre discípulo
ofreciendo té a los transeuntes.
Nadie tiene tiempo,
todos se aferran a sus sueños;
¡ay!, al final, el precipicio.
¿Cuánto habrán de padecer,
cuánto antes postrarse
y rendir su ego?
En la ventana,
con la mente llena de amor,
sintiendo llover.
Hanyun
Bosque Precioso
Asturias, España
http://www.baolin.org
Porque puede ser el último. Y aunque no lo sea, nunca volverás a disponer de él. Entonces, ¿porqué desperdiciarlo con malos pensamientos? Disfrutemos mientras vivimos. Vivamos mientras disfrutamos
martes, abril 22, 2008
Vencer el miedo
Dos hombres fueron condenados. La sentencia consistía en que en un día determinado, en veinte años, serían torturados lentamente hasta la muerte.
Al escuchar la sentencia, el más joven se retorció de la pena y del dolor, y a partir de ese día, cayó en una profunda depresión. "¿Para qué vivir?" se preguntaba, "si de todas maneras van a arrebatarme la vida, y de una manera inconcebiblemente terrible?" Desde ese día nunca fue el mismo. Cuando alguno de sus cercanos, compadecido por su estado, le ofrecía apoyo para tratar de alegrarlo, respondía rencorosamente diciendo: - Claro, como tú no tienes que cargar mis penas, todo te parece fácil. En otras ocasiones también replicaba: - Tú no sabes lo que sufro, no es posible que me entiendas... Y, a veces, alegaba en voz alta: - ¿Para qué me esfuerzo? Si de todas formas... Y así, poco a poco, el hombre se fue encerrando en su amarga soledad y murió mucho antes de que se cumpliera el plazo de los veinte años.
El otro hombre, al escuchar la sentencia, se asustó y se impresionó, sin embargo a los pocos días resolvió que, como sus días estaban contados, los disfrutaría. Con frecuencia afirmaba: - No voy a anticipar el dolor y el miedo empezando a sufrir desde ahora. Otras veces decía: - Voy a agradecer con intensidad cada día que me quede. Y, en vez de alejarse de los demás, decidió acercarse y disfrutar a los suyos, para sembrar en ellos lo mejor de sí. Cuando alguien le mencionaba su condena, respondía en broma: - Ellos me condenaron, yo no me voy a condenar sufriendo anticipadamente y, por ahora, estoy vivo.
Fue así que, paulatinamente, se convirtió en un hombre sabio y sencillo, conocido por su alegría y su espíritu de servicio. Tanto, que mucho antes de los veinte años, le fue perdonada su condena.
El 99% de tus miedos no se realizarán.
Cree en tu fuerza, disfruta la libertad de ser feliz.
La verdadera libertad no está en lo que haces, sino en la forma como eliges vivir lo que haces, y sólo a ti te pertenece tal facultad.
De otro grupo
Al escuchar la sentencia, el más joven se retorció de la pena y del dolor, y a partir de ese día, cayó en una profunda depresión. "¿Para qué vivir?" se preguntaba, "si de todas maneras van a arrebatarme la vida, y de una manera inconcebiblemente terrible?" Desde ese día nunca fue el mismo. Cuando alguno de sus cercanos, compadecido por su estado, le ofrecía apoyo para tratar de alegrarlo, respondía rencorosamente diciendo: - Claro, como tú no tienes que cargar mis penas, todo te parece fácil. En otras ocasiones también replicaba: - Tú no sabes lo que sufro, no es posible que me entiendas... Y, a veces, alegaba en voz alta: - ¿Para qué me esfuerzo? Si de todas formas... Y así, poco a poco, el hombre se fue encerrando en su amarga soledad y murió mucho antes de que se cumpliera el plazo de los veinte años.
El otro hombre, al escuchar la sentencia, se asustó y se impresionó, sin embargo a los pocos días resolvió que, como sus días estaban contados, los disfrutaría. Con frecuencia afirmaba: - No voy a anticipar el dolor y el miedo empezando a sufrir desde ahora. Otras veces decía: - Voy a agradecer con intensidad cada día que me quede. Y, en vez de alejarse de los demás, decidió acercarse y disfrutar a los suyos, para sembrar en ellos lo mejor de sí. Cuando alguien le mencionaba su condena, respondía en broma: - Ellos me condenaron, yo no me voy a condenar sufriendo anticipadamente y, por ahora, estoy vivo.
Fue así que, paulatinamente, se convirtió en un hombre sabio y sencillo, conocido por su alegría y su espíritu de servicio. Tanto, que mucho antes de los veinte años, le fue perdonada su condena.
El 99% de tus miedos no se realizarán.
Cree en tu fuerza, disfruta la libertad de ser feliz.
La verdadera libertad no está en lo que haces, sino en la forma como eliges vivir lo que haces, y sólo a ti te pertenece tal facultad.
De otro grupo
jueves, abril 17, 2008
Mañana puede ser tarde
¿Ayer?... ¡Eso hace tiempo!...
¿Mañana?... No nos es permitido saber...
mañana puede ser muy tarde...
para decir que amas, para decir que perdonas,
para decir que disculpas,
para decir que quieres intentar nuevamente...
mañana puede ser muy tarde...
para pedir perdón, para decir:
¡Discúlpame, el error fue mío...!
Tu amor, mañana, puede ser inútil;
tu perdón, mañana, puede no ser preciso;
tu regreso, mañana, puede que no sea esperado;
tu carta, mañana, puede no ser leída;
tu cariño, mañana, puede no ser más necesario;
tu abrazo, mañana, puede no encontrar otros brazos...
Porque mañana puede ser muy, muy tarde!
No dejes para mañana para decir: ¡Te amo!
¡Te extraño!, ¡Perdóname!, ¡Discúlpame!
¡Esta flor es para ti!, ¡Te encuentras muy bien!
No dejes para mañana
tu sonrisa, tu abrazo, tu cariño, tu trabajo,
tu sueño, tu ayuda...
No dejes para mañana para preguntar:
¿Puedo ayudarte?, ¿Por qué estás triste?
¿Qué te pasa?
¡Oye!...Ven aquí, vamos a conversar...
¿Dónde está tu sonrisa?
¿Aún me das la oportunidad?...
¿Percibiste que existo?
¿Por qué no empezamos nuevamente?
Estoy contigo. ¿Sabes que puedes contar conmigo?
¿Dónde están tus sueños?
Recuerda: ¡Mañana puede ser tarde...muy tarde!
¡Busca!, ¡Pide!, ¡Insiste!, ¡Intenta una vez más!
¡Solamente el "hoy" es definitivo!
¡Mañana puede ser tarde... muy tarde..!
Simplemente... ¡tu día es hoy!
-Autor Desconocido
http://descubreaquehasvenido.blogspot.com/
¿Mañana?... No nos es permitido saber...
mañana puede ser muy tarde...
para decir que amas, para decir que perdonas,
para decir que disculpas,
para decir que quieres intentar nuevamente...
mañana puede ser muy tarde...
para pedir perdón, para decir:
¡Discúlpame, el error fue mío...!
Tu amor, mañana, puede ser inútil;
tu perdón, mañana, puede no ser preciso;
tu regreso, mañana, puede que no sea esperado;
tu carta, mañana, puede no ser leída;
tu cariño, mañana, puede no ser más necesario;
tu abrazo, mañana, puede no encontrar otros brazos...
Porque mañana puede ser muy, muy tarde!
No dejes para mañana para decir: ¡Te amo!
¡Te extraño!, ¡Perdóname!, ¡Discúlpame!
¡Esta flor es para ti!, ¡Te encuentras muy bien!
No dejes para mañana
tu sonrisa, tu abrazo, tu cariño, tu trabajo,
tu sueño, tu ayuda...
No dejes para mañana para preguntar:
¿Puedo ayudarte?, ¿Por qué estás triste?
¿Qué te pasa?
¡Oye!...Ven aquí, vamos a conversar...
¿Dónde está tu sonrisa?
¿Aún me das la oportunidad?...
¿Percibiste que existo?
¿Por qué no empezamos nuevamente?
Estoy contigo. ¿Sabes que puedes contar conmigo?
¿Dónde están tus sueños?
Recuerda: ¡Mañana puede ser tarde...muy tarde!
¡Busca!, ¡Pide!, ¡Insiste!, ¡Intenta una vez más!
¡Solamente el "hoy" es definitivo!
¡Mañana puede ser tarde... muy tarde..!
Simplemente... ¡tu día es hoy!
-Autor Desconocido
http://descubreaquehasvenido.blogspot.com/
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